Ambiente laboral
Los entornos laborales tóxicos afectan la salud y es clave identificarlos a tiempo para proteger el bienestar.
En la actualidad es muy común estar inmerso en un ambiente laboral nocivo para nuestro bienestar, incluso para nuestra salud física y mental. Los entornos tóxicos son unas de las principales causas de dimisión profesional o del síndrome de Burnout. Según un informe de Work monitor de Randstad basado en 800 encuestas realizadas en 35 países, en 2024 se detectó un aumento considerable en la dimisión profesional por causa del ambiente laboral.
¿Cómo puedo saber si mi entorno laboral es tóxico?
Por muchas razones personales y sociales es difícil detectar que estamos en ambientes de trabajo poco saludables, hay señales pero ¿cuales son?
Las personas nos damos cuentas que estamos en ambientes laborales tóxicos gracias a nuestra intuición, nos sentimos incómodos, nos inhibimos, perdemos motivación; o a reacciones físicas, experimentamos brotes cutáneos, pérdidas de voz, caída del pelo, entre otras.
Con el fin de aportar mayor claridad, enumeraremos una serie de características que contribuirán a afinar nuestro instinto.
Señales de toxicidad:
- Jefes o líderes deficientes: Generalmente un mal liderazgo es resultado de una política generalizada en la empresa, muchas veces promovida por los superiores. Pueden presentarse jefes sin idoneidad, sin capacitación o nula experiencia. Que no conocen a sus equipos, culpa de sus errores y fracasos a sus empleados y se victimiza o simplemente están ausentes.
- Mala comunicación: La comunicación es crucial para el trabajo en equipo, sin sinceridad entre compañeros, cargados de competitividad y sin un buen área de RR.HH, hablar e intercambiar ideas se vuelve imposible.
- Falta de limites: No tener las tareas y funciones bien definidas o exigencias inalcanzables y pocos realistas. Tener superiores que invaden nuestra vida personal sin respetar horarios genera una sensación de siempre estar en falta, debiendo algo, de ahogo.
- Incomodidad: Es encinal sentirse cómodo y a gusto en un lugar en el cual pasamos como mínimo 8 horas al día, no podemos elaborar ideas, encontrar soluciones, producir, imaginar cuando estamos en alerta constante para no ser el foco de comentarios hirientes, presiones excesivas o censuras arbitrarias.
- No hay equipo de trabajo: La competencia tenaz y desmedida, la falta de respeto o comportamientos agresivos, excesiva irritabilidad y constante tensión entre los colegas. Son difíciles de sostener a diario sin resultar dañados.
Reconocido el problema, es momento de enfocarnos en las soluciones:
Estrategias:
- Establece un feedback constructivo. La escucha activa, ofrecer apoyo, proponer trabajar en equipo explícitamente a entre colegas puede desactivar la competitividad.
- La comunicación. Es fundamental hablar para resolver conflictos, mantener un diálogo directo y sincero con quienes generan situaciones adversas suele ser la vía más eficaz. Es importante evitar centrarse en uno mismo y, en cambio, plantear propuestas orientadas al bienestar colectivo, lo que favorece la apertura, la cooperación y sobre todo a no estar en el centro del conflicto.
- Crear comunidad. Compartir experiencias con colegas que sienten lo mismo ayuda a aliviar la angustia y a poner los problemas en perspectiva.
- Hábitos de cuidado personal. Desconectar del trabajo cuando se termina la jornada, planificar actividades que resulten placenteras, darse un tiempo en soledad y despejar la mente es fundamental para disminuir la sensación de agobio y disminuir el estrés.
- Abandonar un entorno laboral nocivo es fundamental para preservar nuestro bienestar, sobre todo, nuestra salud. En ocasiones, la decisión más saludable es simplemente alejarse, especialmente cuando no se cuenta con la motivación o los recursos necesarios para modificar las dinámicas existentes. Es posible avanzar hacia nuevas oportunidades laborales una vez que se ha aprendido a identificar qué aspectos no se desean repetir.
Los ambientes laborales tóxicos son más frecuentes de lo que creemos y por muchas razones están en aumento. Es importante saber identificarlos rápidamente porque causan estrés psíquico y físico lo que deteriora nuestra salud.
Para superarlos hay que identificarlos y actuar en consecuencia. Es esencial contar con una red de apoyo fuera del trabajo y una mente con objetivos y estrategias.

